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Hace algunos días dije que había que votar por quien más te represente, lo dije por ser realista, abandonando lo que realmente me gustaría se pudiera hacer, lo que pienso pero no digo ¿Es malo un ideal? ¿Por qué nos vemos forzados a escoger a alguien que tiene que hablar por ti, cuando perfectamente podríamos hablar todos? Es por el sistema político, es por el Estado, es porque aún persiste esa premisa de Gente con Poder. Está bien que haya gente con la que estemos de acuerdo sobre ideales, sobre opiniones ¿pero por qué esa tendencia a otorgarles poder? Me recuerda a una tesis que decía que en el momento  que un hombre posee más conocimiento que otro, el momento en que un hombre tiene más capacidades, es ahí donde nace el poder. Pero ese poder es un poder que puede compartirse, no es un poder tangible, no es cuantitativo. No estaré de acuerdo en la elección de representantes políticos, no mientras ganen sumas ridículas de dinero. Mientras un político tenga ese dinero ¡ese político no me representará!...Entonces  pregunto ¿ Deberé votar? si no creo que nadie pueda representarme ¿o deberé revelarme, oponiéndome a la elección de un probable aristócrata, de un poder del Estado, que nos obliga  a depender de un sistema que no busqué, al que no pertenezco?